“Parece que ya te has hecho esta pregunta muchas veces”. Ella había perdido la paciencia para responder la misma pregunta.

Howard soltó una risita de repente, lo cual hizo que Sharon se viera algo confundida. ¿Qué era tan gracioso?

“Sigues siendo tan inocente, Shar... Espera, no. Creo que eres una tonta y una boba. Eres tan fácil de engañar”.

La expresión de Sharon se volvió más fría en ese momento. “Deberías tener cuidado en lo que dices”. ¿Le pasaba algo a este hombre? ¿Fue allí solo para burlarse de ella?

Howard dejó de reír y la miró a los ojos sin parpadear mientras decía: “Solo estoy diciendo que eres tonta. No puedo creer lo despistada que eres para que te estén mintiendo en este momento”.

“¿A qué te refieres con que me están mintiendo? ¿Quizás has cometido un error?”.

“Por el bien de nuestra relación pasada, me gustaría preguntarte, ¿de verdad crees que mi tío es una persona tan bondadosa? Lo abandonaste el día de su boda hace dos años y le hiciste perder su dignidad. El