Capítulo 28
Él se fue y me quedé desorientada. Él no sabía nada, pero se lo imaginaba, me costó mucho trabajo no decirle todo y abrazarlo, me volví a acostar pensando en lo que podría hablar con Marc como a la media hora volvieron a tocar mi puerta. Supuse que sería Sofí y abrí
– a, eres tú de nuevo
– no te veo nada emocionada
– es que me preguntas cosas que no te puedo responder
– no vengo a preguntarte nada. Voy a recordarlo por mí mismo, pero hay algo que tú no entiendes
– que es?
– yo no te recuerdo, pero mi cuerpo si– vino sobre mí y me beso muy fuerte. Yo me derretía en sus brazos. Podía sentir mi corazón latía en mis oídos.
– no quiero que digas nada, pero sé que esto es lo correcto y lo que he querido hacer desde que te vi la primera vez
–por Dios Cristian ni siquiera me conoces
– eso crees, pero si lo hago. Han sido dos años de no poder estar con nadie y me muero por estar contigo. Apareces en mis sueños. Sé que eres mi mujer y que ese niño que está ahí dentro es mi hijo– lá