47. Regresa el hijo prodigo
Adamo
Tenía una meta, ahora solo debía afinar mi plan. Lo primero sería saber con quien contaba y desde allí partir. Para ello Demetrio y Mario eran muy importantes
-wow, te ves muy diferente-decía Mario viniendo a saludarme.
-¿qué te paso?-preguntaba Demetrio
-nada, ¿de donde vienen?-pregunte curioso.
-de la habitación de Karla, acepto un trío-respondía Demetrio-pero si buscas hembras ¿llegaron unas betas que están muy calientes y dispuestas.
-paso-respondí-vamos a nuestra habitación, hay mucho de qué hablar y organizar antes de regresar. Necesito que estén a mi lado.
-¿regresaremos?-pregunto Mario-¿el alfa ya dio la orden?
-nada de eso-respondí-vamos y les contare todo.
Cuando llegamos a la que era nuestra habitación el desorden que allí había me golpeo de lleno, no solo era ropa tirada, eran botellas vacías, envoltorios de comida y el hedor que lo impregnaba todo. No tuve que decir nada, ya que mis buenos amigos empezaron a abrir ventanas y limpiar todo el desastre. Mientras tanto,