Sebastián

Ingresar al territorio enemigo nunca es fácil, siempre hay bajas, heridos, nuevos desafíos. Pero por alguna extraña razón, en esta ciudad, no ocurrió eso. Reconocí los vampiros que tenían sumidos en el terror a los humanos que vivían en la ciudad, provenían del mismo lugar que yo, solo que eran de los más bajos en la escala social que había en el viejo mundo, al parecer el rey Abel tenía más planes de los que dejo entre ver y uso a este tipo de vampiros como plan de respaldo. Solo que no llego a disfrutar de nada.

-¿qué opinas de todo esto? -pregunto Elías.

-no creo en las coincidencias, el rey Abel tenía una agenda privada y algo me dice que los vampiros que están en esta ciudad quieren pasar lo más desapercibidos de Sabari y Nicolai-dije a mi hermano-lo que me llama la atención es ¿como el rey Abel logro traerlos sin que los demás se enterasen?.

-¿porque lo preguntas? ¿sientes algo raro? -pregunto Elías viendo a la ciudad humana y sus luces nocturnas.

-a decir verdad, todo