Sebastián

Las hembras más sobrervias que he conocido habían llegado y habían fracasado. Verlas huyendo y asustadas no tenía precio. Sabarí parecía haber visto a un fantasma y solo me preguntaba quien había logrado asustar a esa vampira. Por otra parte Tessa no lucía mejor, aunque la mirada de venganza no deparaba nada bueno.

-¿por qué no fuiste a ayudar?-pregunto Tessa enfurecida.

-por qué te dije que no me inmiscuiría, además la gloria sería toda tuya¿recuerdas?-respondí.

-¿por qué no mencionaste que los Ydis estarían? Se supone que deben de estar en el castillo negro-gritaba Sabarí, dándome una pista de quien la tenía tan asustada.

-por qué no sigo la agenda de esos vampiros-respondí.

-¿dónde está tu lealtad?-pregunto Tessa.

-conmigo, han dejado claro su postura y no las invite a venir, lo hicieron esperando a que Abel tomara el control de este mundo, pero se equivocaron. Las cosas acá son diferentes-dije sonriendo-las puertas de mi ciudad están abiertas, por si quieren marcharse.

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