Erior.
—¿A donde vamos a parar? —Digo, seguí por todo el camino a mi hermano en completo silencio, pero debo aceptar que entrar a un barrio más o menos feo me hizo dudar por completo en él y más cuando uno de los chicos que estaba en la esquina que pasamos se quedo mirando directo a mi calzado. Empiezo a creer que me van a quitar la ropa como siga adentrándome más aún.
—No te asustes, no creo que nos vayan a hacer daño.
Mark habla con total seguridad y yo, estoy que me cago en los pantalones por completo.
Al pasar las calles con rapidez llegamos a un lugar totalmente diferente, calles limpias y todo ordenado. En varios lugares custodiado por policías y hay un parque en frente de donde nos hemos parado.
—Aquí quiero montar el negocio,—Giro para notar la estructura que dice "En venta" debo aceptar qu