5.

Apenas termine de tomar desayuno besé a mi madre en la frente y corrí a la floristería de la esquina. El señor Parker estaba sorprendido de tener un cliente esperando que abriera su local tan temprano en la mañana.

- Buen día Mylas que gusto verte de nuevo en la cuidad, estas enorme. Cuéntame que te trae tan temprano a este lugar? - Dijo y yo me sentí avergonzado.

-Buen día, verá señor Parker, quiero ofrecer flores como disculpas, podría ayudarme? - Dije rascandome la cabeza con nerviosismo.

-Vaya, eso si que es una idea magnífica. Tengo muchas flores aquí, la mayoría de los chicos suele regalar rosas. Son las flores del amor- Dijo mostrándome la sección de rosas, había de todos los colores. Estaban muy bonitas pero no era lo que tenía en mente. 

-No quiero rosas, no es una declaración de amor, quería algo un poco más diferente pero no se mucho de flores y no tengo tantas ideas - suspiré. El señor Parker sonrío y me hizo señas para que le siguiera. Caminamos al final de la exposición y entonces me mostró unas hermosas, raras orquídeas azules. Y cuando las vi supe entonces que eran las indicadas. 

-Estas es una especie muy rara, es una de las pocas planta que nos da flores de este color. Son especiales, son exóticas y extremadamente bellas. Por esa razón requieren de cuidados especiales . Las orquídeas azules también son por excelencia rebeldes, tienen raíces grandes por esa razón debes cambiar de maceta conforme crece y florece la planta-

-Son perfectas,  estoy seguro de que le van a encantar - Dije emocionado y el señor Parker lo noto. 

-¿Sabias que en la época victoriana, se volvió costumbre dar de obsequios flores exóticas para demostrar los sentimientos? De hecho las personas tenían la creencia de cuanto más extraña era la flor que regalabas, mas profundo era el afecto y amor que sentías por esa por la persona- dijo haciendo una pausa mientras le colocaba un bonito lazo a la maceta - ¿Creo que tenían razón tu no? - Agregó entregándome la planta. 

-Creo que la tenían sin duda alguna - conteste tomando la planta mientras le sonreía.- Muchísimas gracias señor Parker, es realmente una suerte contar con usted y su valiosa trabajo, que tenga un gran día - agregue con sincera gratitud. Gracias a su sabiduría y amor por su trabajo había logrado encontrar lo que buscaba. Creo que él señor Parker era muy dichoso y exitoso porque a pesar de que no tenía grandes lujos tenía su tienda y amaba con locura su trabajo. 

Salí de la tienda y me volví a despedir desde  lejos. Caminé 5 minutos hasta la casa de los Miller. Pero antes me detuve en la pastelería para comprar unos dulces para compartir. Sería grosero que llegara solo con las flores para Ayra. 

Lo que me gustaba Beaufort es que era realmente animado a comparación de Cambridge. No digo que esta gran ciudad no tuviera su encanto, solo que la gente iba muy deprisa, deprisa a sus trabajos, deprisa a sus clases. Para ser sinceró, amaba Beaufort, talvez porque siempre que venía estaba de vacaciones. 

Toque el timbre de los Miller y la señora Amber abrió la puerta con cara de zombie. 

Ella, mi madre y Connor habian seguido la fiesta. Mi madre tenía la misma cara cuando la vi en la mañana, pero tenía que ir a trabajar asi que no tuvo opción mas que usar maquillaje y beber mucho café. 

-¡Buen día Mylas! puedes pasar, hacer desayuno, ver la tele o lo que tu quieras. Yo la verdad necesito volver a dormir - dijo para  irse casi que corriendo a su habitación sin dejarme ni siquiera responderle. 

Cassie apenas escucho mi nombre bajo velozmente a recibirme. - Mylas buen día, ¡están preciosas!, aunque no era necesario el detalle - Dijo refiriéndose a las flores y yo solo pensaba "ok, esto es incómodo" 

Había olvidado el incidente del beso. Estaba en problemas - buenos días Cassie, la verdad es que los dulces son para ti- Dije entregándole la caja y ella ponía mala cara porque ya se imaginaba que las flores eran para Ayra. 

-Si, si ya entendí, no lo digas por favor. llamaré también a tu princesa - dijo casi que en llanto y yo me sentía mal por ella. Digo, ayer me había confesado sus sentimientos me había besado, y yo la había confundido e ilusionado más besándola también. Luego aparecía en su casa con flores, era evidente que pensara que eran para ella. Como no pude pensar en eso. 

-Cassie, espera - dije intentando detenerla pero ella no quería llorar frente a mi.

 - Demonios, menudo rollo- solté sentadome en el mueble. Que idiota había sido. Como podía haberla cágado tanto en un solo día. 

Ayra bajo, aun estaba en pijamas. Parecía bastante desanimada y aturdida. - Hola chico problema , ¿te peleaste también con Cassie? - Dijo y yo me sentía ofendido, me había dicho "Chico problema" pero no iba a caer en el juego, había venido a disculparme. 

- Lo siento mucho Ayra - Dije poniendo cara de arrepentido y entregándole las flores. Ella suspiró, cerró los ojos y se colocó las manos en la cintura. No supe bien que significaba pero me dio miedo. 

-No hay caso, tengo que perdonarte, están demasiado hermosas  - Dijo abriendo los ojos y arrebatandome las flores de las manos. Las abrazo como si fueran un bebé, luego percibió el aroma, ella estaba tan emocionada que me emocionó también.

Agradecí nuevamente la ayuda del señor Parker,  el mérito era en gran parte de él. Yo sabía que le gustarían pero no esperaba que me disculpara tan fácil, ella era un poco rencorosa. 

-Tengo que leer mucho y esforzarme para cuidarlas bien, voy a deprimirme muchos si las mato - Dijo sentandose a mi lado observando con interés las flores. Yo no pudía evitar reírme porque sabía que era una asesina de plantas. 

-El cactus sobrevivió, ya tienes experiencia- Dije y ella enrojecio porque sabía que había abierto su regalo. 

- podría morir de gracia con tus chistes malos-  Dijo mirándome mal. - ¿Que paso con Cassie? ¿estan peleados? - cuestionó y yo no sabía bien que decirle. 

-Se molesto porque pensó que las flores eran para ella - confesé y ella se levantó del sillón para ponerse en frente de mi

-¿Eres idiota o te la das? - Dijo casi que gritando y yo la miraba confundido. 

-No entiendo, ¿que hice ahora? - solté poniéndome también de pie frente a ella. 

-Es obvio que iba a molestarse, eres su novio, traes flores para disculparte con tu mejor amiga y le das dulces a ella que ni siquiera los come por miedo a engordar-

-Pero Ayra Cassie y yo no somos novios - aclaré pero ella pareció no escucharme 

-Eres un tonto. No puedes hacer nada sin mi. Te ayudaré a arreglar este desastre. Me voy a alistar, ve a casa y ponte bonita ropa tendremos una cita doble -

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