Nos ponemos en marcha. Yurik llama al coche y se sube con nosotras, enseguida llegamos a un aeropuerto privado. Nos espera un avión.
—Monta en el avión, no pierdas tiempo, el chófer irá contigo y se quedará el tiempo que estés allí.
—No me dejes así, ven con nosotras —digo, abrazándome a él.
—Tengo que estar aquí, hasta que todo se calme. Iré a buscarte lo antes posible, no intentes ponerte en contacto conmigo, yo te llamaré sin que nadie lo sepa —dice, dándome a la niña en brazos, para que le suelte a él.
—Te quiero —digo, dándole un beso.
El chófer nos dirige dentro del avión, y nos coloca los cinturones de seguridad.
Llevamos algunas horas en avión y no hago más que mirar el teléfono entre mis manos. El viaje se me está haciendo muy largo,