—¡Quita... tus manos... de ella... AHORA!
Christopher Moe estaba furioso. No había que ser demasiado perceptivo para ver aquella aura de oscuridad que parecía emanar de todo su cuerpo. Estaba viendo cómo el supervisor agarraba con fuerza a la muchacha y simplemente no podía soportarlo. El abuso era