Mundo ficciónIniciar sesiónJACKING:
Solté un suspiro, regresando a esa conversación. La frialdad de Isis al plantear el rechazo y cada detalle estaban grabados demasiado profundamente en mi memoria, lo que me causaba aún un dolor intenso en el pecho.
—Pues me asusté y le grité, casi con voz de Alfa: "Te prohíbo no amarme, loba, te lo prohíbo". Vi cómo mi Beta abrió los ojos, negando con la cabeza. Casi podía leer sus pensamientos.—¿Por qué hiciste eso? Conoces a tu Luna, no le gusta que le prohíban cosas, Jacking —dijo, negando con la cabeza—. ¿Y ella qué te respondió?—Me preguntó quién era yo para prohibirle nada —recordé de nuevo el dolor que sentí—. Estuve a punto de decirle que era su mitad, pero Mat me quitó el control. Luego nos fuimos mientras ella me gritaba que no hab&






