190. CONTINUACIÓN
JACKING:
Amet asiente lentamente, pero no puedo ignorar la expresión preocupada en su rostro. Sé que su mente ya empieza a armar teorías peligrosas, así que no tenemos tiempo que perder.
—No te preocupes, hermano —dice con serenidad—. Ahora tenemos nuestros poderes, puedes ir y llevarla al futuro.
—¡No, Amet! —me niego de inmediato—. No creo que pueda ver a mi Luna y mis cachorros y regresar aquí. ¡Me quedaría con ellos!
—Está bien, te entiendo —dice enseguida—. Déjame a mí estudiar los hechos. Tú ve a darte un baño y acuéstate a dormir. Necesitas calmarte.
Amet me lanza una mirada severa, tratando de detener mi impulso de regañarme. Sabía que estaba perdiendo el control sobre mis emociones, pero escucharlo tan claramente me hace sentir más impotente que antes.
—No puedo, Amet, no puedo —respondo con sinceridad.
—Entonces, dale —dice, poniéndose de pie—. Vamos a correr por todo el perímetro de la manada, para que se te pase un poco.
Lo observo en silencio por un momento, mis ma