Violet Salvatore
Cuando los Rizzo se fueron me sentí más tranquila aunque aún con la sensación de ser observada. Giuliano me había dejado las cosas muy claras y por eso mismo debía irme con cuidado. Si me escapaba pobre de mi, me ataría y haría lo que le viniera en gana con mi cuerpo; si no escapaba podría esperar un tiempo para consumar porque no me forzaría, ¿Sería verdad? Debería averiguarlo o planear demasiado bien mi huida.
-Que comience el juego- Fue su mensaje y lamenté no haberle pegado con el sartén cuando tuve la oportunidad
-Vete al infierno imbécil- Cuando se lo envié me arrepentí pero ya lo había leído, no podía retractarme y pedir clemencia
-¿Sabes lo que sucede cuando alguien juega con fuego?- Si lo sabía y creía que ese dicho podría aplicarse a mi caso así no quisiera admitirlo
-Se quema pero yo no estoy jugando, solo quiero mi libertad porque tú no me gustas, deberías de entenderlo- Le acabé diciendo con frustración pero su respuesta no llegó enseguida
-Tu y yo nos