34~ La formadora.
Carlos se acomodó en el mueble de la casa de los Dicarlo en Italia, Gio estaba sentado a su lado y él se aguantó las ganas de estirar la mano y agarrar la del pelirrojo para calmarse un poco.
Al otro lado estaba Franco, y Carlos podía sentir la tensión en el cuerpo del mafioso, y aunque no podía verlo, sabía que Carlos estaba ahí.
Ya se sentía mejor, el miedo que le había dado ver a Aurora de esa forma le detonó una especie de ataque, y no lograba entender del todo por qué era tan grave que hubiera podido ver a Franco visitando a Aurora, pero por eso estaban ahí.
La mujer dejó una taza humeante frente a Gio y el pelirrojo la tomó con manos temblorosas.
— Tú estás conectado a Carlos — le dijo Franco a Gio — deberías de sentir algo en él — Giovanny negó con la cabeza y le dio un sorbo grande a la taza, Carlos supo que era amarga, pero le gustaba.
— No, la verdad hemos estado un poco… estancados.
— Atrapados — murmuró Carlos, pero solo Gio podía oírlo.
— Es sumamente extraño — dijo la mu