Capítulo 72. Un mensaje.
Christian Anderson.
Ella se va. Miro su espalda y no me atrevo a tratar de detenerla. No me siento con fuerzas para hacerlo, no las tengo para enfrentar su mirada, sus palabras o su expresión repulsiva.
Solo me quedo ahí, mirando a la nada después de mucho rato, tratando de entender qué pasó, cómo llegamos a eso.
Cierro los ojos y me obligo a reaccionar. Me quito el maldito condón que parece un chiste, lo llevo hasta el baño y lo boto, todo como si fuera un robot programado para actuar así.
Regreso y me dejo caer sobre la cama. La maleta sigue estando a medio hacer, el ventilador de techo no ha dejado de moverse y su sonido constante rompe el silencio que me aturde. Todo está como antes lo dejé.
Solo que ahora la jodida habitación huele a ella, yo huelo a ella. Mi boca arde y se siente inflamada por los besos que le di. Mis manos recordaron cómo se sentía su piel y ahora quieren más.
¿Adultos? ¡Y una mierda!
Todo pasa a un segundo plano cuando las chispas que existen entre Andrea