Al abrir mis ojos , sentía mi cabeza fuera de su lugar, lo único que miraba era mucha agua a nuestro alrededor miré y Luz Clarisa estaba a un extremo su brazo estaba muy lastimado y su rostro igual me acerqué con dificultad y le hablé.
-Luz Clarisa, amor, amor escúchame, abre tus ojitos por favor. - miré a mi alrededor y no había nadie, y tampoco estaban los tipos, ni siquiera se veía la altura del barranco, se veía como una laguna nada más con tierra mojada, al parecer la corriente nos trajo hasta acá y apenas estaba anocheciendo, eleve a Luz en mis brazos y salí con ella del agua, mi cabeza quería explotar y estaba sangrando, mis pies estaban rasgados, me costaba caminar bien, realmente esto fue una locura pero creo que valió la pena.
Ya saliendo del río, caminé un poco, recosté a Clarisa en un pasto le hablé varias veces hasta que tosió un poco y abrió sus ojos, sólo me miró y sonrío. Sostuve su rostro y la besé de alegría hasta lloré de saber que es