5- Comenzando la batalla

Julieta

¿Será un buen actor o por qué no se inmuta por lo que le pregunto? Espera, ¡Ahí está! Su rostro frío y enigmático, sexy… no, su rostro muestra sorpresa. Seguro se sorprende de que lo he pillado, que se su sucio secreto para el éxito, no es “trabajo hasta morir” es “me robo los proyectos de editoriales independientes”. Lo miro seria.

-Entiendo su referencia a las acciones como más importantes, más que lo que uno pueda prometer. Nuestra editorial, en los últimos cuatro años se ha regido bajo el respeto, por eso me sorprende que hable de robo de proyectos, pero entiendo a la perfección su preocupación. Descuide señorita Julieta, nuestra editorial y yo, en lo personal, no cometeríamos ese tipo de actos tan atroces. Las y los escritores que llegan a nosotros están completamente seguros de colaborar, siempre desde la base del trabajo colaborativo, que va avanzando puesto que es un nuevo eje. – menciona con mucho más soltura y a mí me hierve la sangre por tanta contradicción pero también por esa mirada tan intensa. ¡Julieta, concéntrate!, gracias conciencia.

-Vaya, es grato escuchar, pero me temo no compartir con usted algo, más bien con su editorial.- frunce su entrecejo.- ¿Conoce los cuentos del colectivo Tierra?.- se vuelve a sorprender.

-Claro, son unos cuentos maravillosos, en una primera revisión no pude ni dormir por terminarlos.- responde muy emocionado, que cínico. - ¿Usted también leyó los primeros borradores? Por lo que tengo entendido esta es su primera publicación, no han sido distribuidos. ¿Cómo los conoció?

-El Colectivo trajo a nosotras los cuentos hace más de 7 meses.- Suelto algo mordaz, y él se sorprende, se le salen los ojos. Así es querido capitalista, nos has robado un proyecto y presiento que ha sido de una manera sucia y vil, aún recuerdo el miedo de Bernardo, eso significa que hay algo detrás.

-No tenía idea. Justo hace un mes mi mano derecha nos trajo la buena noticia de que colaboraríamos con el colectivo, es una pena que no siguieran con ustedes.- ¡Hazte el inocente! Ni tú mismo te crees.

-Seguro que no tenía idea.- rebato sarcásticamente.- Es interesante que diga que fue hace un mes, a nosotras nos cancelaron el contrato justo el día de ayer, y también fue ayer que nos enteramos, es decir, no nos dieron ni tiempo de asimilar lo que pasaba.- el sujeto se mueve incomodo en su asiento.

-Esto es preocupante y lamento que se dieran las cosas así, aunque nuestra editorial no tiene que ver con la toma de decisiones del colectivo, le repito, mi compañera del Departamento de Proyectos Especiales es quien fue contactada por el colectivo, estoy al tanto de ellos buscaron nuestra editorial para poder tener un impacto mayor en Latinoamérica, como sabe tenemos varias sedes…- Lo paro en seco.

-¿Conoce el libro Raíces del alma, andares de una chilena?.-

-Claro, estamos a nada de sacarlo a la luz, en poco tiempo se ha logrado imprimirlo para poder ponerlo a circulación, es un libro maravilloso.- Le brillan los ojos, desgraciado.

-Y conoce el libro Recuerdos de Juan Guillper?.- Se sorprende.

-También es uno de los proyectos recientes, un libro bastante impactante…- Parece que el tonto que se hace tonto, se da cuenta.-¿Está…está insinuando que eran también sus proyectos?

-Si señor Castellanos. Estos tres proyectos han salido de nuestra editorial en los últimos 6 meses. Como se imaginara no es nada grato para mí estar con usted en esta editorial cuando “al parecer”, se han encargado de quitarnos proyectos.- suelto muy enojada.

-Señorita Julieta.- Ahora se hace el indignado y enojado.- Nuestra editorial, en los últimos cuatro años se ha reformado muchísimo, por eso es que más escritores y escritoras independientes se acercan a nosotros, su editorial no es la única que parte de romper con estigmas de clase, género o de origen, por lo tanto, nuestro trabajo es desde el respeto y más personas buscan involucrarse con nosotros.- Se enojo.

-No sé que haya echo desde hace cuatro años, pero la perdida de tres proyectos que ya estaban avanzados en nuestra editorial, siendo cancelados de la nada es un indicio de qué algo anda mal.-

-¿indicio? Por lo tanto no tiene certezas, y esas se necesitan para hacer juicios y acusaciones como la que está haciendo usted.- Le sale la furia por los poros y se ve sexy.

-¡Vamos! No necesita aparentar, al menos no conmigo. Su editorial está cometiendo cosas indebidas, está robando proyectos y cooptando a los escritores y escritoras, no puede decir que no cuando le estoy diciendo que tres proyectos nuestros ahora son suyos.- Me estoy enojando más.

-Si los escritores no quieren estar con ustedes es porque tal vez no hacen bien su trabajo, ¿se ha puesto a pensar en eso? Antes de hacer ese tipo de acusaciones investigue dentro de su propia editorial, tal vez, los escritores se cansan de trabajar con un grupo de mujeres locas.- Me paro. Así que el capitalista salió misógino machista. Ya no es sexy.

-¿Locas? ¿Defiende su postura y su editorial a partir de ofensas a nosotras?-

-Lo siento, señorita.- se para también, recargando sus manos sobre el escritorio, acercándose a mi.- Pero usted nos ofendió primero, nos llama ladrones, nos dice que estamos cayendo bajo. La que empezó es usted, y si se comporta de esta manera puedo entender perfectamente porque no quieren trabajar con ustedes.-

-y cómo me estoy comportando, señor. Después del robo de tres proyectos para mí hubiese sido fácil no venir y dejarlo de lado, pero estoy dando la cara, estoy parándome frente a usted explicándole lo que ha sucedido y como su editorial es el punto convergente de la cancelación de contratos, no puede decir que no sabía de esto, y si no lo sabe tampoco puede hacer de la vista gorda de que no está pasando nada, porque es claro que sí está pasando y está dejando muy mal parada su reputación.-

-Son acusaciones sin sentido, desde que entre a dirigir la editorial me he encargado de eliminar cualquier acción tan baja como es esa.- Interrumpo.

-Pues los cuatro años no han servido de nada.- Se enfurece.

 -Usted no sabe nada, no venga a darse sus aires de grandeza, ni de su editorial cuando son poca cosa, que sean feministas no las exime de comportarse de esta manera tan baja, con ese tipo de juicios sin evidencia, sin fundamentos, que se puede esperar de mujeres locas.- Se acabo la reunión, hijo de su pe****o padre. Agarro mi bolsa. Me paro derecha y lo veo con total frialdad.

-Reflexione sobre sus palabras porque por más que hable de respeto no se nota, lo que se ve es la misoginia y el machismo.- Palidece.- No me interesa seguir discutiendo con usted, porque no vale la pena. Que pase buena tarde.- Salgo dando un portazo. La asistente me ve con cara de preocupación, me despido de ella y tomo el ascensor.

Se ha jodido mi día. Pero que podía esperar, su cara bonita no es reflejo de su alma machista, ni de su editorial tan nefasta.

En el camino a la editorial no dejo de pensar en todo lo que paso. Envío un mensaje a Abigail y Yareny diciéndoles que no voy a regresar a la editorial, necesito un tiempo sola urgentemente.

Llegar a casa es tranquilizador. Me siento en el sillón mientras abro una cerveza y espero que la comida se caliente en el horno. Tengo sentimientos encontrados, todo un cóctel. Una parte de mi quiere llorar porque de alguna forma las palabras del niño bonito dolieron, y no porque me digan loca, sino porque una parte obscura de mí pensó que él no era como muchos, no iba a subestimar nuestro trabajo después de halagarlo, no puedo creer que desprecie a las mujeres, que con un insulto pretende quitarle valor a nuestro esfuerzo. Cabrón, su insulto no fue solo a nuestro trabajo fue a nosotras como mujeres. Y me hierve la sangre.

Tan dispar es esto, no solo en las editoriales, sino como lo conseguimos, nosotras nos esforzamos, a él solo le heredaron, nunca tuvo preocupaciones, nunca le quitaron valor a su trabajo.

A nosotras nos costó, nos cuestionaron todo, se burlaron porque éramos solo mujeres quienes estábamos al frente. Incluso en las imprentas nos ha costado, nos tiraban de locas como si nosotras no pudiéramos hacer libros, que “por ser mujer”, ni que los libros se hicieran con la vag**a, ni que ellos las hicieran con el p**e. Y más allá de lo biológico, que también está muy maleado por imposiciones sociales, que seamos mujeres no nos quita capacidad para crear y para producir cultura. Nosotras somos parte de la cultura y entre ese ámbito está la creación literaria.

De repente se me salen las lágrimas, es que la otra parte de mí, que no quería llorar, quería romper todo, y gritar, pero en mi casa no se puede, eso es para ir un día a caminar al bosque de Tlalpan y gritar en lo más alto, o tal vez regrese a mis clases de defensa personal y de Kick Boxing para sacar la furia.

Estoy enojada. Tengo muy presente que no ganaba nada con ir y enfréntalo, pero después de ese saludo de manos atravesado por una corriente, en mí crecieron expectativas, pensaba que tal vez, él no sabía nada y siendo inteligente deduciría que algo iba mal. Pero no, sólo me insulto, se defendió a capa y espada. Pues que se vaya a freír… espárragos.

Esta tarde de relajación etílica me sirvió para pensar de manera más objetiva. Obviamente después de despotricar por los aires, llorar y balbucear. Pero al final, funciono. No me avergüenza contar como me relajo, sé que es entre semana pero la salud emocional es importante y mi hígado sigue fuerte, así que no hay problema en tomar unas cuantas cervezas.

Ya más relajada concluyo que lo importante ahora es crear una estrategia, con dos finalidades, proteger nuestros proyectos y encontrar la fuga de información. Realmente no me preocupa que las y los escritores busquen mejores espacios para divulgar su trabajo, el problema es que están dejando a medias el proyecto, eso no sucede a menudo, y es de un día para otro. Otra cosa rara es que tienen a la mano el pago de las multas de cancelación. En los tres proyectos pasa eso. No me quedaré de brazos cruzados. El capitalista sabrá de la locura de esta mujer. Sonrío.

Llega la noche y después de pensar mucho y trazar un pequeño plan me voy a la cama. La batalla apenas comienza.

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