Cuando volvimos, mi adonis y yo, sacamos a pasear a Xander por la playa.
—Me encanta que estés aquí —dijo Dante, abrazándome—. Nunca había traído a nadie.
—¿En serio?
—Sí. Eres la primera mujer que me conoce de verdad, y que conoce a mi familia.
Eso fue como una daga en mi corazón. Él me abría las puertas de su vida y yo no estaba siendo sincera. Tenía que decirle la verdad… pero ¿cómo?
—Y yo te lo agradezco —respondí mirándolo a los ojos—. Tu familia es encantadora y me alegro mucho de estar aquí contigo.
—¿Por qué te has alejado de tu familia, nena?
—Es una larga historia. Cuando volvamos a Madrid te contaré… pero somos muy diferentes.
—Tu hermana y Mariano parecen llevarse muy bien.
—&i