Kalim lo venía a visitar de vez en cuándo, no le gustaba ir mucho por que siempre terminaba llorando lo que ocacionaba que arruinara su ligero maquillaje, el rostro de kalim era hermoso, no como el de Fredrik que parecía un angel, pero si muy bello, su físico era menudo, 1.65 de estatura, brazos delgados, figura acinturada con unas nalgas redondas y firmes que muchos chicos querían tener sentadas en su regazo,
Amigo, estoy muy triste, desde que te fuiste e estado muy solo, no tengo con quién hablar y debido a mi condición creo que voy a morir virgen, pero Fredrik, yo no tengo la culpa de haber nacido así! Kalim dejaba caer unas lagrimas de profunda tristeza y dolor, éste defecto me j