Capítulo 32

Era de noche, mi celular no había dejado de estar sonando y mi madre me había dicho que Bastian insistía en verme, pero yo no había querido salir de la habitación de Milan.

—En algún momento tendremos que salir —dice por fin.

—No quiero verlo —susurro.

—Deberías dejar que te explique las cosas y...

—Lo vi y lo escuché Milan, le dijo que nunca ha dejado de amarla, y aceptó su beso —recordar aquello me dolía.

—¿Y qué piensas hacer? Terminar con él, quedarte encerrada en mi habitación por siempre, o...

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