Al día siguiente el Royce Rolls vuelve a estacionar en la misma cuadra del día anterior. Dunca le abre la puerta a Halia.
-Sabes no me siento muy cómodo con que vayas sola- La mira como un cachorrito abandonado.
-No te preocupes, la seguridad en ese lugar es muy buena. Sabes esa es una de las razones por la que la escogí.
-Y no habrá sido porque sabías que el Joven Ortega está ahí.
- ¡No! - Ciñe las cejas. -Cuando aplique no conocía a ninguno de los Lombardo. No seas injusto conmigo. - Bufo.
Alonso sale del auto en auxilio de Halia. Observa que la acera esta desolada. Y se acerca a los dos.
-Nos mandas un mensaje cuando estes adentro, ¡Hermanita!
-Como que te estas tomando muy enserio, lo del hermano mayor- Le da un mirada representativa.
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