No puedo evitar dejar de ver su boca , sus ojitos , sus pestañas , sus mejillas y sus hermosas manitas.
Jamás había cargado en mis brazos a un ser tan pequeñito y nunca imaginé que alguien tan pequeño y delicado me hiciera sentir tantas emociones lindas juntas.
El dolor posparto era diminuto alado de la felicidad que sentía al tener a mi pequeño Mijaíl en mis brazos.
—Es tan hermoso —Susurra Mikaela a mi lado —. Su peso esta bien y todo los exámenes salieron bien así que hoy mismo podrán irse a casa .
—Gracias Mika, por estar aquí para nosotros en estos momentos.
—No tienes nada que agradecer , los quiero mucho y a Mijaíl ni se diga —Acaricia su mejilla —. Es un niño muy sano y hermoso.
Luego del parto nos enteramos que Mika estaba haciendo su residencia en este hospital y ha estado al tanto de él y de mi.
Luego de terminar con Edrik ella pidió un traslado de hospital y fue aquí dónde la enviaron.
—Dante y yo necesitaremos alguien que cuide de Mijaíl , quisiéramos que lo hagas