Justo cuando Rebeca buscaba un lugar donde detenerse para comprobar de quién era el celular, Carolina la llamó.
En cuanto Rebeca respondió, la voz de Logan se escuchó al otro lado de la línea: —Soy yo. Parece que me he dejado el celular en tu coche.
Rebeca respondió con calma: —Te enviaré la ubicación. Ven a recogerlo.
—De acuerdo.
Rebeca se detuvo y le envió la ubicación. Unos minutos más tarde, Logan llegó.
Carolina se había quedado dormida, así que solo él salió del coche.
Tomó el celular. —Gracias.
Rebeca respondió con frialdad: —De nada.
Cuando subió la ventanilla y se disponía a arrancar, Logan dijo de repente: —Dentro de un par de días me iré de viaje de negocios, pero volveré tan pronto como pueda.
Rebeca se detuvo.
El periodo de reflexión de su divorcio estaba a punto de terminar.
Él le estaba diciendo que quizá no pudiera volver el mismo día en que terminara el periodo, pero que no tardaría mucho.
La última vez que terminó el periodo de reflexión, no lograron finalizar el div