El personal del gobierno organizó un almuerzo para Rebeca y otros representantes empresariales.
Cuando terminó la reunión, Rebeca recogió sus cosas y se levantó para marcharse.
Logan vigiló su espalda y la siguió.
La familia Ramírez y la familia Smith estaban bastante unidas, y Harry y Fernando se conocían bastante bien; tras salir de la sala de conferencias, Harry tomó la iniciativa de saludar a Fernando.
Rebeca ignoró a Harry junto a Fernando, y se acercó a saludar a Fernando: —Señor Smith.
Fernando sonrió y le dijo cordialmente: —No es necesario tanta cortesía, solo llámame Fernando.
Rebeca aceptó el ofrecimiento con buena voluntad: —Fernando.
Harry hizo una pausa.
Si no recordaba mal, la exposición de pintura del anciano Smith debía de ser la primera vez que Rebeca y Fernando se vieran.
Aunque Fernando, por Cristian, fue bastante educado con Rebeca en aquel momento, no deberían ni considerarse conocidos.
Pero ahora Fernando no solo reconoció enseguida a Rebeca, sino que la trató co