La familia Estrella no tenía por costumbre velar la Noche de Renacimiento, y para cuando Rebeca y los demás llegaron a casa, Úrsula y los demás ya dormían.
Era poco después de las doce cuando Rebeca subió a su habitación.
Su celular sonó un rato.
Cristian, Hugo y algunos de los empleados de Tylerty más cercanos a ella, luego Juan y Fernando le habían enviado felicitaciones de Feliz Renacimiento.
Rebeca leyó todas y contestó uno a uno, incluido a Hugo, y tomó la iniciativa de mandar buenos deseos a Israel y Violeta.
En ese momento, Juan le envió otro mensaje y le preguntó si estaba libre en los próximos días. Le dijo que no había tenido tiempo de agradecérselo debidamente la última vez porque estaba ocupado en el trabajo, así que estos días tenía tiempo y quería invitarla a comer.
Después de charlar con Juan, Rebeca dejó el celular y se metió en el baño para darse una ducha.
Cierto que ir o no ir a la residencia a ver a Selena era igualmente de doloroso para los Estrella.
Pero, ¿cómo no