Un rato después, Natalia, Carolina y Harry salieron del baño.
Carolina estaba en la edad de la curiosidad.
Se interesaba por todo lo que veía por el camino, miraba aquí y allá y hablaba con Natalia.
Natalia siempre respondía con una sonrisa.
Harry podía ver que era muy devota de la hija de Logan y sentía que no era fácil criar niños.
Volviendo a la cafetería, Harry miró primero hacia Logan y lo encontró sorbiendo tranquilamente su café mientras hojeaba la revista que tenía en la mano.
Parecía muy a gusto dejando su hija al cuidado de otra.
Harry se sobresaltó un poco.
Antes, de camino al lavabo, Harry dijo que también había quedado con un amigo en la cafetería.
Una vez dentro de la cafetería, Natalia preguntó: —¿Ha llegado ya su amigo?
Harry negó con la cabeza: —Todavía no.
—Entonces, ¿por qué no se sienta con nosotros primero?
—No me parece bien interrumpir su cita.
Natalia se rio: —Está bien, a Logan no le importará.
Harry entonces se unió a Natalia y caminó hacia Logan.
Lo primero q