Elisa llega a donde está Estela y se sienta nerviosamente, negando con la cabeza.
- No, no puede ser verdad. Es mentira. El abuelo James sólo está difamando a mi padre.
Estela, que observa su comportamiento extraño coloca su taza de té en la mesa.
- ¿Estás bien?
Pregunta Estela.
- Si, estoy bien. Un poco cansada. Hoy fué muy agotador. Eso es todo.
Elisa sonríe fijidamente. Toma su taza de té y bebe un poco inmersa en sus pensamientos.
Robert está parado frente a su abuelo tratando de asimilar lo que le está diciendo.
- ¿Matarme?
Pregunta Robert con ironía.
- Robinson podrá ser corrupto, un hombre que juega sucio con tal de tener más y más y dinero, pero un asesino, no creo.
Dice Robert negando con la cabeza.
- Conoces una cuarta parte de él. Ernesto Robinson es el diablo en persona. Es un asesino.
Dice su abuelo con determinación.
- ¿Y si es un maldito asesino por qué le pediste dinero? ¿Acaso no sabías a lo que te metías? ¿O te obligó?
Robert dice fuerte.
- No quiero que mi hija se e