Punto de Vista de Judy

Cuando llegué a casa, mi corazón estaba acelerado. Por primera vez en 2 semanas, encendí mi teléfono. Me senté en mi cama mientras veía la pantalla iluminarse, mostrando el logo del proveedor mientras mi teléfono se reiniciaba. Hasta este punto, había tenido mi teléfono guardado en la mesita de noche al lado de la cama. Ahora, teniéndolo en mis manos, se sentía extraño, como si no estuviera segura de cómo usarlo más.

Mi teléfono finalmente se encendió, y usé mi dedo para desbloquearlo, trayendo mi pantalla de inicio. Mi corazón latía salvajemente contra mi pecho mientras todas las aplicaciones aparecían en la pantalla. De repente, la pantalla se volvió loca con todas las notificaciones perdidas de las últimas semanas. Solo pude ver un vistazo de los nombres que pasaron por la pantalla; había varios mensajes, tanto de correo de voz como mensajes de texto, de cada uno de mis amigos. Creo que Irene me llamó más veces que nadie, sin embargo, y ese pensamiento hizo qu