Catherine sintió como Erick besó sus omóplatos mientras ella se encontraba boca abajo sobre la cama. La mañana parecía ser esplendorosa, aun así, no había querido levantarse quedándose en esa misma posición por un rato más, hasta que sintió como Larsson empezó a moverse a su lado.
No había podido dormir, a pesar de haber tenido un día ajetreado y complacer a su novio en la cama. Era extraño sentir que lo que hacía no estaba bien, la relación entre ella y su compañero había nacido espontáneamente, después de tanto tiempo vio a Erick como un amigo que poco a poco se ganó su corazón y sobre todo el de sus hijos. La tomó como una nueva oportunidad de amar y tal vez lo estaba consiguiendo, hasta que lo volvió a ver.
Se sentía tan sucia, Marcus aún seguía siendo su esposo a pesar que él era culpable de que no estuvieran divorciados hasta ese momento, pero más que eso lo que realmente le había calado los huesos fue el breve instante que vinieron en la casa de Serkin, su cuerpo lo reconoció