61. Capítulo: Dulce Sonrisa
La mañana es una completa mierda, me duele la cabeza, es una fuerte resaca que me apuñala con fiereza. Me muevo en la cama, a duras penas, haciendo un esfuerzo sobre humano logro ponerme en pie y caminar hasta el baño. Busco en el vanitory una píldora para este infernal dolor. Pero no encuentro una sola.
Joder.
Voy a la habitación de nuevo y todo me da vueltas. Quiero volver a tirarme sobre la cama y olvidarme del mundo. No pasa mucho cuando ya está alguien tocando la puerta de forma tan insistente que me agobia.
—¿Quién toca? —suelto malhumorado.
Siento que la cabeza me va a explotar.
—Señor, es Fred. ¿Se encuentra bien? —pregunta al otro lado de la puerta.
Por supuesto que no estoy bien, esta jodida resaca me está matando. Lo pienso mentalmente, no se lo digo, o creerá que estoy muriendo literalmente y no es así.
—Fred, no hay de qué preocuparse, me estoy arreglando, en un momento salgo.
—Como usted ordene, ¿necesita algo?
—Sí, tráeme una pastilla para la resaca, algo que sur