ROSARIO GARCÍA
Sin dinero, con un pequeño bebé y viviendo nuevamente en casa de mis padres. Ésta no era la vida que soñaba para mi cuando con toda la ilusión de una mujer enamorada contraje matrimonio.
Mi habitación se siente vacía aunque está completamente llena de cosas. Tal vez soy yo quien se siente vacía y rota, no estoy segura.
Mis padres nos dieron un lugar donde quedarnos hasta que resuelva mi situación y aún así se que no nos dejarían en la calle, pero que no confíen en mi es lo que me hace sentir urgencia por irme.
He perdido el rumbo de mi vida y todo por una prueba de ADN a la que no le encuentro lógica. Observo a Christian intentando encontrarle algo parecido a Ricardo para tener la esperanza remota de que ha fallado, pero simplemente no tiene ninguna similitud con él. No comprendo cómo puede ser hijo de otro hombre si no hubo nadie más en mi vida ni en mí cuerpo.
Mi madre me ayuda con el cuidado de Christian, pero en cada oportunidad que puede abordar el tem