Al enterarse de que August había sido detenido sin justa causa, Carl Bergman enfureció, y de inmediato impuso una acusación de abuso de autoridad y otros cargos en contra de los agentes que lo apresaron.
—Horace, él es inocente —le dijo Raphael llegando hasta él en la sala de espera cerca de donde estaba Tess, y que, a pesar de no poder verla, se quedaron allí acompañando y esperando por noticias. Horace no dijo nada, sólo estuvo cruzado de brazos ignorando a todos—. Jamás le haría daño a Tess —siguió Raphael—, él es…
—Un delincuente —lo interrumpió Horace—. Alguien que no teme mancharse las manos de sangre. Probablemente Tess no sea la primera a la que le hace daño. Esa chica en Minnesota…
—Esa chica en Minnesota fue agredida por el mismo Billy, estoy seguro de eso. August no es un asesino.