Capítulo 44.
La cabeza le duele parece que va a estallar en cualquier momento, la luz del día eran como estacas atascadas en su cabeza.
—Maldición— dice Luciana con la voz ronca y la garganta cerrada, pero a pesar de eso sigue arremolinándose en contra de una fuente de calor que tiene a un lado, al momento de quedan completamente pegada a ella susurra entre sueños— mucho mejor.
Un carraspeo interrumpe el silencio de la habitación, y sus sueños pacificadores.
— Buenos días— la voz de Erick era como una especie de insinuación, siempre le había parecido sensual y profunda y Luciana se quedó impactada.
“¿Qué había el aquí en su cama?”
Ella comenzó a mover las manos y lo que tenía entre ellas eran bíceps, bajo un poco un abdomen bien definido y para finalizar rodeando un grandee y erecto... En ese momento se despertó por completo y recordó todo lo que había sucedido la noche anterior.
Sus pensamientos regresaron a ella: “él no es el único que puede jugar a todo esto”
Con dificultad abrió los ojos y