Capítulo 121.
Miranda llega a la villa de Borbón, caminando de manera desbocada.
— ¡Mamá! ¡Mamá!— Gritó ella sin importarle quién la viera o escuchara.
Se metió sin avisar a la oficina de Luisa sorprendiéndola en una llamada, la mujer al notar que ya no estaba sola colgó de inmediato.
— ¡Mamá! — Gritó Miranda haciendo una pataleta como una niña de cinco años.
— ¿Qué tienes? — Dijo la mujer corriendo a su lado a limpiarle las lágrimas de su hija— Tranquilízate Miranda.
— Mamá ¿por qué no me dijiste que somos de una familia tan poderosa?
Luisa se quedó en shock, ¿de qué estaba hablando?
— ¿Por qué no me has presentado a esa abuela que es muy rica y poderosa?, dime… dime ¿por qué me castigas así?… ¿Por qué se lo dijiste a la estúpida de Luciana?, he hecho todo lo que me dijiste y ella se queda con la abuela poderosa, no puedo creerlo.
— Es que Miranda no entiendo cómo llegaste a esa conclusión.
Miranda se aleja de su madre, y la empuja para verla a los ojos.
— Porque su padre es un muerto de hambre, y