NARRACIÓN: SEBASTIÁN.
Isabella está furiosa conmigo pero me importa una mierda. He pasado todo el día y la noche en el hospital.
—Juro que te golpearé si te escucho quejarte del dolor— dice Isabella mientras cierra la puerta del auto. Lucas me mira por un momento y suspira. Tomo a Isabella de las mejillas con fuerza y la obligo a verme. Un pequeño quejido de dolor sale de sus labios cuando aprieto sus mejillas con fuerza y me acerco para morderle los labios.
—¿Quién es la que está quejándose ahora? — preguntó mientras uno mis labios con los de ella. Isabella me coloca la mano en el pecho y gruño al morderla. Isabella abre levemente sus labios y suelta un delicado gemido que no pudo contener.
—Si vuelves a abrir la boca para intentar reclamarme algo te juro que te dejaré el maldito culo rojo aquí mi