Capítulo 3
Hoy es un día muy pesado en el trabajo, el lugar está repleto de gente y a cada instante voy de mesa en mesa apurada. En momentos como estos deseo ser un pulpo. A las personas del pueblo les encanta venir a Food Lover's, además de su deliciosa comida el ambiente es muy bueno a mi parecer. Lo único molesto es tener que utilizar una gorra que hace que con costo se vea mi pequeña cara. —¿Taimy?, ¡Tierra llamando a Taimy! —grita Ander sacándome de mis pensamientos mientras chasquea sus dedos frente a mí. —¡Oh! lo siento —digo sacudiendo mi cabeza—. ¿Qué me decías? —La fastidiosa te esta llamando —sisea en un susurro para que solo yo escuche. Así le décimos a la encargada del lugar, su nombre es Laura pero nosotros la apodamos la «fastidiosa» porque tiene un carácter muy desagradable. —Será mejor que vayas rápido, va a explotar de coraje —bromea Tess mientras barre el montón de basura en el piso. No logro dar ni un solo paso porque cuando volteo ya está frente a mí. —Hace rato te estoy llamando Taimy, ¿Acaso no me oíste? —alega la fastidiosa arrugando su frente. —Si, lo siento Laura lo qué pasa es que estaba terminando de limpiar una mesa y... —trató de seguir explicándole pero no me deja terminar. —¡No quiero excusas!, ¿entendido? —vocifera. Odio a esta mujer. —Creo que si está enojada, está que echa fuego —masculla Ander en mi oído en un tono bajo. —¿Qué dijiste? —le pregunta ella a Ander asesinándolo con la mirada. Yo solo agacho la cabeza y me tapo la boca para aguantar la risa. —No que... —¿Sabes que?, no me respondas no me interesa —levanta su mano frente a mi amigo y pone los ojos en blanco—. Necesito que entreguen un pedido en la «Residencial Hamilton Crue» —Está bien —contesta Ander. —Sólo van a ir Taimy y Tessa, tú te quedas aquí a atender a los clientes —manifiesta hacia mi amigo. Ander disimuladamente, suelta un bufido, rueda los ojos y camina hasta el mostrador. El encargo es algo sencillo el cual contiene: 8 pizzas personales de jamón y queso, 4 hamburguesas de carne, 3 litros de fresco ( 1 fanta de naranja y 2 cocacolas) Seguramente es para una fiesta. Empacamos todo el pedido en nuestras mochilas color gris las cuales tienen el nombre de Food Lover's y nos dirigimos a la Residencial en bicicleta, nuestro medio de transporte. La Residencial Hamilton Crue es la única qué hay en el pueblo pero aún así está ubicada un poco lejos, es decir, está aislada de todas las casas de por aquí. Dicha zona, además de ser muy prestigiosa se caracteriza por tener un excelente servicio. Tiene quince casas en total y cada una de ellas parece una mansión. Es por eso que ahí solo habitan personas con dinero y a veces solo alquilan alguna casa por un tiempo, ya sea porque vienen a pasear o para organizar alguna fiesta. —Al fin llegamos —exclamó cansada expulsando una gran bocanada de aire. —Quienes habrán hecho este pedido —dice Tess muy curiosa inspeccionando dentro de la Residencial. —Personas con dinero —le recalco lo obvio—. este lugar es muy fino, a lo mejor van a realizar alguna fiesta. Le comentamos al portero el motivo por el cual estamos ahí y él muy amablemente nos abre el portón eléctrico color negro sin ningún problema, hasta nos indica con exactitud la casa a la que debemos ir. Fijo ya estaba avisado. Nosotras nos dirigimos por la cera derecha hasta llegar a la última casa. Al estar de frente, no me queda duda alguna de que se trata de la vivienda más linda y grande de todas. Es de dos pisos, color blanca con las ventanas grandes de vidrio y posee un hermoso jardín bien podado. Dejamos la bicicleta estacionada en la cera y vamos a tocar el timbre, después de aproximadamente cinco segundos una muchacha vestida de sirvienta nos abre y de una forma muy cordial nos deja pasar. Ella nos lleva hacia una puerta que da al patio y quedó maravillada con el lugar al igual que Tess. En una esquina hay un montón de flores mezcladas con rosas por lo que, me es inevitable no ir hacia allá para admirarlas mejor. En un costado se ubican unas tres pequeñas palmeras dando un toque de frescura al ambiente y se siente muy placentero y bonito. En la otra esquina se encuentran varias tumbonas reclinables blancas y una hamaca de colores bajo el ranchito rústico. Me quedó mirando detenidamente la enorme piscina situada en el medio del patio y al instante dos chicas aparecen y se acercan a nosotras. Luego me doy cuenta de que también hay tres chicas en trajes de baño acostadas en una de las tumbonas tomando el sol a la orilla de la alberca. —¡Creo que llegó el pedido! —grita una chica de cabello negro rizado desde donde está acostada bronceándose. —¡Uff por fin! —expresa la otra chica de la par de cabello rubio con fastidio quitándose sus lentes de sol. —Hola chicas, pasen por aquí por favor —una de las chicas frente a nosotras nos señala una mesa, mientras que la otra se dispone a ordenarla. —Pueden poner la comida por aquí —nos indica la chica terminando de alistar la mesa. Las dos mujeres son muy lindas, tanto físicamente como su forma de ser. Pese a ser chicas de plata parecen tener muy buenos modales. —Mi nombre es Samantha, pero todos me dicen Sam —la chica de cabello rubio claro con perfectas ondas me extiende su mano con una gran sonrisa en su rostro y Tess y yo se la estrechamos. Es una chica con un lindo cuerpo, por su traje de baño rosado es muy fácil verlo. Sus ojos son color cafés —Mi nombre es Luna —se presenta la otra muchacha y está también tiene un hermoso cuerpo. Luce un traje de baño color naranja. Su cabello es lacio color castaño claro, ojos color verdes y su piel es perfecta con un excelente bronceado para toda blanca. Tess y yo también nos presentamos con ellas. La verdad me agradaron mucho y me gusto el gesto tan lindo que tuvieron de hablar con nosotras. —Perdón de verdad, no le hagan caso a esas metiches —dice Samantha viendo en su dirección y rueda los ojos. —Si, ellas no deberían estar aquí —espeta Luna con desagrado. Pensé que eran sus amigas. —Tranquilas no pasa nada, gracias a ustedes por ser tan amables —les digo con una sonrisa. —¡Hey! ¿Qué pasa con nuestro pedido? ¿Por qué no lo han traído aquí? —grita la chica de cabello rubio que esta en la silla bronceándose. Todas de inmediato nos giramos para verla y es inevitable no fulminarla con la mirada. No hace falta conocerla para saber de qué no me agrada en lo absoluto. —La comida está aquí en la mesa si quieren comer levántense—increpa Sam con gran molestia en su voz. —¡Ufff! que pesada que es —expresa Tess con cara de desagrado—. vamos a dejarle la comida a las "princesas" antes de que se enfaden más —hace comillas con los dedos. —No de verdad, no se molesten ya la comida está aquí dejen que ellas vengan —Luna trata de detenernos. —Tranquilas es nuestro trabajo —digo fingiendo una sonrisa. Agarro la caja pequeña que me puntualiza Sam. dejando claro que es el pedido de las estupidas esas —así fueron sus palabras— Esa caja contiene 3 pizzas personales y Tess lleva el otro pedido que son 2 hamburguesas con un litro de coca. Al llegar al lado de la chica rubia, me agachó y por acto reflejo cuando voy a sacar la comida de la caja para ponerla en una mesita pequeña que se encuentra a la par de la silla donde está ella, veo salir de la casa a un chico con pantaloneta gris que llama mucho mi atención. Él tiene ojos verdes, pelo castaño claro algo rebelde, un tatuaje extraño en su brazo izquierdo y uno muy pequeño en el cuello el cual me sorprende bastante al determinarlo. Es uno de los símbolos como en forma de llama que contiene mi pulsera de amuleto. ¿Por qué tendrá precisamente ese símbolo tatuado? No anda camisa, por lo que deja al descubierto sus cuadritos bien marcados y su abdomen bien perfecto, se nota bastante que hace muchísimo ejercicio. Es imposible no verlo. ¡Esta guapísimo! Lo examinó sin perderme un solo detalle y siento mis mejillas arder cuando sus ojos encuentran los míos. Él viene con dos chicos más, hasta incluso miro de reojo como Tess admira a uno de ellos como tonta. Los tres están muy guapos la verdad. Pero... solo me centro en uno. Cuando no soy capaz de sostenerle la mirada por más tiempo, Desvío mi vista de nuevo a la pequeña mesita para seguir colocando la comida, quitó un vaso con agua que se encuentra ahí y por un segundo las ganas me ganan y vuelvo a postrar mis ojos en ese hermoso chico y sin darme cuenta, termino derramando el vaso encima de la chica insoportable. —¿¡QUÉ TE PASA ESTÚPIDA!? —me grita ella súper histérica levantándose rápidamente de la silla. —¡Oh! perdóname de verdad, te juro que no fue mi intención —digo apenada yendo hacia ella para ayudarla, pero bruscamente me quita. Su actitud me molesta y me surge las ganas de aventarle un puñetazo. —¿Por qué no te fijas?, ¿estás ciega o qué? —alega una de sus amigas enojada plantándose a su lado. —¡AY YA! párenle, no es para tanto, mi amiga no lo hizo con mala intención fue un accidente —declara Tess defendiéndome colocándose delante mío quedando en medio de las chicas y yo. —A ti nadie te metio —espeta la chica insoportable hacia mi amiga señalándola. De forma rápida jalo a Tess hacia atrás, antes de que... —¡Ya basta! —vocifera el chico guapo de los ojos verdes luciendo molesto. —¿Las estás defendiendo? —ella lo mira mostrándose ofendida—. Esta estúpida me tiro el vaso encima a propósito. Respiro profundo con la intención de no darle importancia a sus palabras. El muchacho la aniquila con la mirada y no le contesta, simplemente se gira y camina hacia la mesa donde está el resto de comida. ¿Serán novios? Uy no, que pésimo día. Lo único de lo que soy consciente es que no fue una buena idea haber venido, pero ¿qué podía hacer? es mi trabajo y era un pedido que se tenía que entregar, aunque fuera a una insoportable cómo está. Jamás me imagine que todo esto se volviera un desastre. No obstante, debo destacar que Samantha y Luna son muy buenas personas. Lo que no logro entender es porque están todas juntas si no se llevan bien. —De verdad eres una odiosa —añade Luna con cólera hacia la chica—. Es solo agua no es para que hagas un mundo de histeria solo por eso. La chica insoportable rueda los ojos y el ambiente está tan tenso que creo que las cosas se pueden salir de control. Visualizo a mi amiga a la par de las chicas y camino hacia ella. —Es mejor que nos vayamos —murmuró en su oreja y ella asiente. Me siento terrible. —Siento mucho todo esto de verdad no fue mi intención causar este problema —pido disculpas a pesar de que en el fondo me parece tonto que ella se pusiera así solo por un poco de agua. ¿Acaso no se baña? Ridícula es lo que es. —No, no te preocupes tú no causaste nada, el problema es ella —me dice Luna. Vuelvo a la mesita donde deje la comida para tomar mi bolso y una vez ahí, me inclino para agarrarlo y lo coloco en mi espalda, me doy la vuelta y cuando doy dos pasos la insoportable me hace una zancadilla provocando que me tambalee y caiga a la piscina. El miedo al instante me invade, al igual que la desesperación. ¿Por qué? ¡Sencillo! No sé nadar y poco a poco me voy quedando sin aire. —¡Por favor ayúdenla, no sabe nadar! —escuchó gritar a Tess como loca. ¡NO! Ya no puedo seguir resistiendo por más tiempo, por más que luchó chapaleando siento mis piernas pesadas y ya he tragado muchísima agua, tanto que no puedo respirar. Los segundos pasan y yo sigo aquí desesperada tratando de seguir viva, pero ya no puedo más. Me da una opresión en la cabeza y mis sentidos se van apagando al punto de solo sumergirme en la oscuridad. Lo último que escuchó es un chapuzón. *** —Por favor despierta —oigo decir a alguien pero su voz es lejana. Me siento aturdida, sin aire y la garganta me duele mucho al igual que la nariz. Segundos después, escupo un poco de agua y aprovecho para respirar profundamente, abro mis ojos de golpe y lo primero que me encuentro son unos hermosos ojos verdes los cuales me miran con preocupación y antes de perderme por completo en su mirada la voz de mi amiga invade mis oídos. —¡Amiga despertaste! ¿estás bien? —Tess se hinca a mi lado y yo le aseguro que me encuentro bien—. Si no fuera por este chico... yo... no... no sé que hubiera pasado —sisea mi amiga en un tono triste, sus ojos están acuosos. Tess es un poco dramática y sentimental, pero tan linda ella, realmente está preocupada. Al mover un poco mi cuerpo caigo en cuenta de que estoy acostada en los brazos del chico guapo. ¡Oh no! ¡Que vergüenza! Un calor profundo se expande por mi cara y estoy segura de que estoy roja como un tomate. —¿Estás mejor? —me pregunta, dejándome encantada con su voz ronca y sexi. Mi corazón no tarda en latir desenfrenadamente. —Si, ah-h...muchas gracias por... salvarme —agradezco torpemente a causa de la vergüenza. Él solo me dedica una media sonrisa de medio lado y me coloca en el suelo de manera cuidadosa. Y es ahí donde me permito explorar su cuerpo con más detalle. Muchas gotas bajan con lentitud por sus pectorales bien desarrollados y se pierden en lo bajo de su pantaloneta dejándome completamente atontada. Su cuerpo maldita sea es perfecto. —¿Taimy qué haces en el suelo? —la presencia de Ander me desconcierta y sacudo mi cabeza—. ¿Qué te paso? —llega hasta mí, se pone de rodillas a mi lado y me examina con preocupación. Lo miró confusa, ya que no entiendo que está haciendo aquí. —¡¿Taimy?! —me sacude los hombros. —Eh, si estoy bien tranquilo. —¿Ander qué haces aquí? —le pregunta Tess con el ceño fruncido. —La fastidiosa me mando a buscarlas, porque ustedes se tardaron mucho —expresa—. ¿Qué diablos pasó? —Casi... me ahogo —digo en un tono suave, tanto que casi ni me sale la voz. —¿QUÉ? —grita sobresaltado—. ¿Comó pasó eso? —Ander no creo que... —¡Okey! luego me cuentas —alza sus manos en rendición—. Ven te ayudo a levantarte. Mi amigo trata de alzarme, acción que se ve interrumpida cuando el chico de los ojos verdes aparece a mi otro lado para ayudarme. Ander lo mira de mala manera y al final entre los dos me ayudan a ponerme en pie. Mi amigo no le quita los ojos de encima y en su rostro se ve claramente la molestia hacia el chico. Me da la impresión de que lo conoce, ¿será eso posible? —¡Nos vamos! —Ander me jala del brazo de forma brusca y eso me sorprende. Su agarre es tan fuerte que ni siquiera puedo soltarme. —Ander está no es la manera de... —le dice mi amiga ante su actitud pero él la corta. —¡Vamos Tess! Giró mi cabeza hacia atrás y le doy un vistazo al chico de los ojos verdes y este inmediatamente clava su mirada en mí. Tiene un vaso en la mano, lo agita despacio y acto seguido lo lleva a su boca sin dejar de mirarme. Sus otros dos amigos están a su lado y contemplan la escena con gran atención. Luna, Samantha y las otras chicas insoportables parecen algo tensas con la presencia de Ander. Es como si no les agradara en lo más mínimo. De manera rápida me despido de las únicas chicas que fueron amables conmigo y Tess. Y mi mejor amiga a como puede recoge mi mochila la cual está estilando al igual que mi gorra «todo por culpa de la insoportable esa» Ander toma el brazo de Tess y al igual que a mí la jalonea y camina con una rapidez increíble hasta sacarnos de la mansión. Su maldito comportamiento no me está gustando nada. Nos despedimos del portero mientras nos subimos en nuestras bicicletas y después de salir completamente de la Residencia Hamilton Crue nos dirigimos a Food Lover's. Ya puedo imaginarme la regañada que nos espera. No puedo dejar de pensar en todo lo que ha pasado y a causa de eso no he dejado de sentirme bastante apenada. Lo sucedido si fue un accidente, de verdad no era mi intención derramarle el vaso de agua a propósito, pero si debo admitir que en el fondo lo disfruté. Además, no era para que hiciera tanto drama y gritara como loca solo por eso, es algo demasiado tonto. Eso solo demuestra que es una chica insoportable y caprichosa que se cree mejor que todo el mundo y fijo esta acostumbrada a que le cumplan cada deseo que se le ocurra. En fin... espero no volverla a ver nunca más en mi vida. Lo único bueno de toda esa espantosa tragedia, fue ese hermoso chico que no me puedo sacar de la cabeza. Es algo tan extraño que lo tenga presente en cada pensamiento, y a pesar de no saber su nombre para mí es el «chico de los ojos verdes»