Me temblaron las rodillas, me agarré al borde del lavabo y los brazos también me temblaron.
Se me revolvió el estómago y me mordí el labio para contener un gemido.
"L-Luke", jadeé.
"Shh", me ronroneó al oído, mordisqueándome el lóbulo.
Deslizó la mano por mi camiseta y por debajo del sujetador,