*Sebastián*
—Eres un idiota—dijo Gregory con rapidez.—No digas nada que tú también estabas furioso—respondí intentando calmar mi ira.—Debemos escuchar a nuestra Luna, no andar golpeándola—me recrimino mi Lobo.Deje a mi Lobo hablando solo, aunque tenía razón, debo escuchar a Reichel, pero su Loba es todo menos habladora, se cree demasiado poderosa.—Nuestra Luna era poderosa antes de tener a su Loba, ella solo es una parte más o solo es una parte dividida de Reichel, recuerda que la Diosa Luna la eligió para nosotros antes de su nacimiento, por ende, Reichel y Misrreal ya existían desde antes—dijo en un intento de volver a psicologearme mi Lobo.Baje al salón, el ex de mi Luna estaba con mis cachorros jugando con unos ladrillos a construir algo.Me quedé en la entrada del salón viéndolos.Ann me miró de reojo, pude ver el destello de los ojos de su Loba.—Los intimidas—dijo el Lobo que vino