DUSTIN ULIBARRI
Mireya sigue estudiando a toda hora. Con la excusa de no molestarla decidí salir del apartamento para ayudar a Zayn. Él no me pidió ayuda en nada, pero se que está en el club y que nunca está tranquilo y desocupado. Él sabe mi mayor secreto y se que necesito desahogarme sin ser juzgado. Lo necesito como mi confidente otra vez.
-Contar con un par de manos extras será de gran ayuda- Palmea mi espalda en cuanto llego y me da un abrazo rápido
-No tengo nada mejor que hacer, así que dime para que soy bueno- Lo seguí al depósito y comenzamos a mover cajas
Una de las cajas cayó al suelo abriéndose en el acto y vi una gran cantidad de esposas. Tomé unas de piel de color rojo y pensé en Shadow. Tal vez las sostuve por mucho tiempo, no lo sé, pero Zayn se sentó en un rincón en una de las banquetas que dejaron de ser usadas debido a una pequeña remodelación.
-Algo te pasa. Te conozco casi tan bien como a Erick, mi hermano- Su voz me sacó de mi concentración momentán