Capítulo 8

Kira

Salgo de mi cantidad de preguntas y recuerdos sin respuesta, con Samira al habla:

- ¡Señora! ¡Señora! ¿Se encuentra bien?

- ¡Sí! Estoy bien Samira. ¿Pero dónde están los ojos negros que me salvaron?

- fi tilk allahzat tamziq ras shakhs ma (En ese momento arrancarle la cabeza a alguien)

¡Oh, perdón! ¿De quién está hablando señora?

- Los ojos negros que me salvaron.

- wallah hadha sayakun saeb (Por allah esto será difícil)

Murmura en árabe.... Pero lo curioso es que parece estar pensando lo que va a decir.

- Señora, no sé de qué me está hablando.

- ¿Cómo puede no saberlo? Salí de aquí en el coche del jeque y me fui a dar un paseo por la ciudad, entonces los hombres del castillo me siguieron por mi pequeño robo, perdí el control y estrellé el coche. Cuando oí esa voz... - Cierro los ojos recordando y automáticamente me estremezco - esa voz, esos ojos oscuros. - Digo un poco sin aliento y con los ojos aún cerrados.

Abro los ojos en cuanto murmura en árabe, por supuesto.

- 'iidha lam takun hraan min qabl , takhayal alan baed 'an ra'aytuha bihadhih altariqat aldhaayiba (Si antes no eras libre, imagina ahora que la has visto en esta forma derretida).

- ¿Qué has dicho?

- Que la señora debía haber soñado porque la señora no salió del castillo.

- ¿Cómo?

- No, eso no es posible me tocó y dijo: kayran ... kira fatati almashaghib ...sa'ueaqibuka... (Kira... kira mi niña tomada... te castigaré). No sé qué significa eso, pero sus ojos eran tan intensos que parecía estar enfadado y cachondo al mismo tiempo. Así que le dije que quería aunque no sabía lo que significaba.

- wallah ma kan yajib 'an 'aqul dhalik , 'iinaha tuhibu 'an tueaqib wahi tafeal dhalik jydan ، 'iinaha tafeal dhalik alan mae kuli man tarakaha taharub , khastan litaearidiha lil'adhaa , wa'ana 'aelam 'anani sa'azalu 'ueani min eaqabi.

(Por allah que no debería haber dicho eso, le gusta castigar y lo hace muy bien, incluso lo está haciendo ahora con todos los que la dejaron salirse con la suya. Más aún por hacerme daño, y sé que aún así recibiré mi castigo) - Dice en árabe asustada

La miro enfadado por no haber entendido nada.

- Señora, no se enfade, es cosa mía, pero como le he dicho fue un sueño, y el significado que dijeron los ojos negros mientras dormía era exactamente lo que estaba soñando, creo que fue su bebida, el café, lo que le hizo soñar tan real.

- No Samira no fue... No lo fue. Fui a la ciudad y estrellé el coche. ¡Ya lo sé! - Me levanto y me doy cuenta de que llevo un camisón pequeño - ¿Dónde está la ropa que llevaba?

- No la llevabas.

- Basta Samira, no estoy loco.

- sayabqaa almazid eindama yaktashif 'anah yusabib dhalika.

(Más se quedará cuando lo sepa, él lo provoca)

- Por última vez te digo: ¡Deja de murmurar en árabe! ¡Habla en portugués! - Grité

- Disculpe, señora. - Dije con voz llorosa.

- Samira, lo siento, no era mi intención.

- 'aerif , sayidati , man yafeal dhalik mae 'ayi shakhs , la yurid 'an yakdhib , la yurid dhalika.

(Sé señora que lo hace con cualquiera, no quería que mintiera, no quería)

Pongo los ojos en blanco y le pido a mi santa que me de paciencia.

- Samira entiendo que es tu idioma, pero vuelvo a decir: ¡no entiendo! - Hablé muy despacio, pero con los ojos apretados por la irritación.

- Cálmese, señora. No he dicho nada exagerado, sólo que me avergüenza hacerla permanecer en este estado. ¡Perdóneme! ¡Perdóneme! - dice arrodillándose a mis pies

- Oh, mi pequeña santa, dame paciencia... No juzgues a Kira, no juzgues. - Digo en voz alta mientras ella permanece con la cabeza apoyada en mis pies. - Samira, por favor, levántate de ahí.

- ¡No señora! Hay un látigo ahí, puedes pegarme por dejarte así. li'iikhfayiy kula ma yahduth , 'ufadil 'an tueaqibani ealaa 'an yafeal dhalik , li'anani 'aelam 'anani sa'ufqid eaqli.

(No señora, ahí hay un latigazo que puedes pegar, por dejarte así, por ocultar todo lo que está pasando. Pero prefiero que me castigues a que él haga eso, porque sé que perdería la cabeza). - Pero al final habló en árabe.... -

Quiero decir... que merezco ser castigado, no soy buena compañía para la señora, la he puesto nerviosa.

- Samira, por mí, levántate de ahí. - Se me está acabando la paciencia.

- Todavía no me has castigado.

- De acuerdo. ¿Quieres que te castigue?

- Sí, señora.

- ¿Eso significa que no te levantarás?

- No, señora. - Dice firmemente con la cabeza aún apoyada en mis pies.

- ¡VALE! Entonces... - Respiro hondo y me alejo. - 'Espera, deja que me ponga una bata y saldré de la habitación mientras grito que tú y yo nos amotinamos contra el jeque y que queremos que más gente conspire contra él.

- ¡Por Alá! - grita levantándose al mismo tiempo.

Y, por supuesto, me echo a reír.

- No lo repita, señora, no lo repita. - dice asustada.

- Se me dan bien los castigos. - digo aún riendo, mientras me mira asustada.

- Samira todo lo que pasó no fue un sueño, sino que fue real. Puedo sentir tu voz en mi oído, tus ojos ardiendo sobre mi cuerpo mientras me estrechabas entre tus fuertes brazos. - Y al recordar mi respiración se acelera, los pelos se erizan, el cuerpo cálido hormiguea en mi intimidad.

- wallah ya sayidat ansaa ruhuk alhurat , fant muhasarat lays faqat li'anah eazim , bal li'anak anjadhabt , 'aw bial'ahraa , alqawl bi'anak sataqaein fi alhubi waraghbat alshaytan almaghwaa fi barathinih min kuli ma yushakil wala yudriku. (Por allah señora olvida tu espíritu libre, estás encarcelada no sólo porque él así lo ha determinado, sino porque te has sentido atraída, o mejor dicho, te has enamorado y has codiciado al diablo seductor que está en sus garras en todos los sentidos y no se da cuenta).

'ana asf lidhalik , liadtirari likhidaeik , lakin ealaya 'an 'ufqid eaqli 'aw 'afqidahu.

(Lo siento por eso, por tener que engañarla, pero estoy obligado o perderé la cabeza)

Lo siento una vez más pensé en voz alta, tengo muchas cosas que hacer.

Pero como le dije, usted soñó todo esto, le vuelvo a decir que usted no se fue de aquí. - dice nerviosa

- ¡No! No es posible y te lo voy a demostrar....

Voy al armario y busco la ropa y encuentro todo exactamente como estaba antes.

- No fue así, salí con esa ropa, con esos zapatos planos, no es posible, no estoy loca. - Me digo más a mí misma que a ella -¡Lo sé! Me pongo un burka y la saco de la habitación.

- Señora, por favor, cálmese.

- No Samira no estoy enfadada, no lo estoy.

No le doy tiempo a contestar y tiro de ella hacia el garaje. Llego y encuentro el coche intacto.

- No, no, no... No estoy loca, no estoy loca.

- Lo siento, señora. - ella dice triste...

Respiro hondo y cierro los ojos, entonces siento que me observan. Abro los ojos inmediatamente, miro a un lado y a otro y no veo a nadie. Respiro hondo y huelo ese olor a madera. - Ese es su olor Samira. - Susurro.

Parece asustada en cierto lugar, miro en la dirección y veo unos ojos negros que me miran desde detrás de una ventana con cortinas negras ondeantes.

Sonriendo ante eso, salgo corriendo hacia ella pero la sombra de la persona sale por la ventana. Intento ir más rápido, pero no puedo porque me detiene Samira llamándome.

- ¡Señora! ¡Señora! ¡Por Alá! ¡Deténgase!

- No Samira... es él... es él... mis ojos negros.

Cuando consigo acercarme con la respiración jadeante de correr y el corazón palpitante de estar otra vez cerca de esos ojos negros, tiro de su ropa y cuando la persona se da la vuelta no son mis ojos negros.

Siento una fuerte presión en la cabeza y empiezo a verlo todo oscuro, el hombre me sujeta.

- Cálmese señora...

Viendo cada vez más oscuro sé que estoy a punto de desmayarme cuando oigo su voz en cólera....

- la talmis shayatinaha , sawf tanfad yadak (No la toques, perderás las manos)

El hombre me suelta en el mismo momento y parece aterrorizado. Me doy la vuelta todavía con la vista muy oscura, de nuevo veo mis ojos negros furiosos que vienen hacia mí, me sujeta con fuerza y me pierdo en sus ojos hipnotizados, tiene la cara tapada.

- Ojos negros... - Hablo con voz quebrada

Con sus iris negros sobre mi dice....

- kayra fatati alshaqiat , yazid hisabak maei faqat sa'ueaqibuk kthyran ya jur'atan. (kira mi niña tomada, tu cuenta conmigo solo aumenta y te castigare mucho atrevida)

Su voz sale con un tono enfadado y a la vez caliente y sexy. Una voz que nunca antes había escuchado y me hizo estremecer al mismo tiempo. Incluso porque nuestros cuerpos estaban pegados haciéndome sentir lo duro que estaba.

Mi respiración se aceleraba cada vez más al igual que mi corazón, le sonreí sutilmente, por lo que dijo, pero no entendí, más por provocarme estas sensaciones que me conmueven y me llevan al borde de la locura una vez más digo en el ardiente calor del momento....

- quiero... Quiero todo contigo mis ojos negros....

Aun sin saber de que se trata se que seria muy bueno, porque tengo esa sensación solo con tu mirada.

Tus iris negros se hacen más intensos como si te gustara una vez más oírme decir eso, y al momento siguiente me borro hundido en tus ojos negros....

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