Kira
Salto de la cama y me doy cuenta de que en realidad estoy en una pesadilla, pero una muy real. Grito y lloro desesperada:
- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh! ¡ahí mi pequeña santa! ¡Despierta Kira! ¡Despierta! ¡Esto es una pesadilla, una locura y una desgracia! - Lloro compulsivamente
- Kiraaa retíralo ahora atrevido. - Gritan mis engañosos ojos negros
- No me hables así y menos gritando. Yo soy el único que fue engañado aquí, ¡tú Sheik! - Digo enojado
- En realidad no quiero hablar, quiero usar tu cuerpo, pero eso solo después de que te retractes de lo que me dijiste. - dice enfadado tirando de la sábana.
- Ya está ¡Mi pequeña santa! ¡Estoy desnuda! Dame esta sábana aquí tú... tú... ¡tú Sheik! - Corro y le arrebato la sábana de la mano con fuerza.
- No te atrevas a esconder lo que me pertenece. - Gruño de rabia y lo peor es que cada vez que dice algo brutalmente mi cuerpo se enciende aún más
- ¡Yo no pertenezco a nadie! Soy un... Espíritu libre... - Grito en medio del llanto
- ¡Kiraaaa! - él