Narra Kate

Matar se había vuelto costumbre para mí como el ir de compras.

El ver cómo la vida se les iba poco a poco,al final me hacía pensar que era algo bueno lo que estaba haciendo.

Yo no mataba inocentes; todo aquel que mataba se lo merecía, de eso estaba segura.

Y matar al que sería nuevo senador no era la excepción.

Antes de eso quise dejarle un pequeño recuerdo del que sería hombre muerto dentro de poco, el idiota aún tenía el descaro de presumir por lo alto a todo aquel que elimino de su camino; tras terminar mi tarea procedo a irme.

Pero en qué momento todo esto se había ido al carajo; ¡¡Que putas había pasado!! Al salir de aquella oficina nos encontramos rodeados, con algunas armas listas para matarnos y al frente de ellos al idiota aquel de su asistente.

En su rostro se dibujaba la sonrisa de buitre como era costumbre de el,juro que mis manos deseaban acabar con el.

Me arrepiento de no matarlo cuando pude; esto sería un problema y yo que quería evitar una masacre hoy.

Reco