Arturo le agarró las dos manos a Rosemary y se quedó mirándola a los ojos.
—¿Podrías al menos pensarlo ? La semana que viene me iré por unos días a Francia, me gustaría que medites en lo nuestro.
Rosmery puso una sonrisa un tanto insípida mientras se quedó viéndolo por unos segundos, después le dijo:
—Lo pensaré. —Él le besó la frente y le soltó las manos, después le tocó la mejilla.
—Sigues siendo tan hermosa como cuando te conocí.
—¿Por qué de repente has cambiado? Por años pensé que me odiabas, ahora de pronto quieres estar conmigo.
—Quiero recuperar mi vida contigo, haré lo que me pidas Rosmery, pondré mi mundo a tus pies si eso deseas.
Rosmery se quedó mirándolo a los ojos sin decir una palabra, de pron