—Buenas tardes —Adriano tocó suavemente la puerta y miró a sus hijas con una sonrisa—¿Como están mis bebés?
—Bien papá, estábamos teniendo una charla de hermanas —sonrió Diane
—¿Entonces vuelvo en otro momento?
—No, en realidad tengo que irme a un reunión, así que podemos seguir después hermanita —le sonrió a Lena—. Nos vemos después, papá.
—Mañana quedamos en ir al museo —le recordó—, cuídate, bebé.
—Creí que te volvías para Los ángele