Luego, Elio fue llamado a un lado por varios hombres de negocios.
Carlos miró a Bella y preguntó: —¿Cómo es que Elio está aquí? ¿Lo invitaste?
Bella le contó a Carlos sobre la cena que tuvo con Elio y Laura hace unos días.
Carlos frunció el ceño, observando a Elio, que sonreía a lo lejos. —Tengo la sensación de que no está bien.
—¿Qué te parece raro?
—Parece que quiere acercarse a ti.
—¡Cof, cof! —Bella se sorprendió tanto que se atragantó con el agua.
Carlos le ofreció un vaso de agua. —¿Por qué te pones así? Lo conozco desde hace tiempo y nunca desperdicia su tiempo en cosas sin sentido. Aunque use la excusa de ver a Laura, ¿no crees que se están cruzando demasiadas veces?
Bella tomó un sorbo de agua y reflexionó. En realidad, no había pensado que sus encuentros con Elio fueran tan frecuentes, pero siempre le daba una sensación de peligro. Era mejor ser cautelosa.
—Algún día voy a hablar con Laura para ver qué piensa.
Justo en ese momento, la multitud empezó a agitarse.
Bella miró ha