Cillian se quedó callado. Dadas sus circunstancias actuales, no tenía ninguna otra mejor alternativa.

Solo tardaría dos días en tenerlo todo listo. Dado que Deirdre estaba aquí con él en ese momento, confiaba en que no sería capaz de huir de él.

Al final, desató sus manos y la condujo a su coche.

La llevó a la habitación del segundo piso de la propiedad privada que poseía. Antes de irse, le advirtió: "Deirdre, será mejor que no me estés mintiendo. De lo contrario, espero que disfrutes de tus dos últimos días. Después, te enseñaré lo que se siente vivir en el infierno".

Sonrió fríamente y se marchó. Deirdre se frotó la roncha roja de la muñeca mientras el dolor indescriptible se extendía desde su piel hasta su pecho.

Brendan no volvió a aparecer. Había desaparecido por completo. Tal vez estaba volviendo a Neve, así que ahora solo podía depender de sí misma.

Sin embargo, esto era algo imposible de manejar para una persona normal y mucho menos para una mujer ciega como ella.

Despu