Ambos se quedaron nerviosos, uno al lado del otro. Irradiando una calurosa necesidad que debían reprimir cuando empezaron a escuchar movimiento en el pasillo, había llegado el cargamento de alimentos.
Mientras el silencio se prolongaba, Louise aclaró su voz, y le miró. —Tengo… noticias sobre tu presentación. —Anunció seria, pero con un deje incómodo. Elion arrugó el gesto y clavó sus ojos en ella. —¿Mi presentación? ¿Cómo?
—Debo hacer un par de cosas antes de eso… —Dijo, sin darle una explicación concreta a Elion. El príncipe le miró con el ceño fruncido y volteó a ver los documentos, le miró otra vez, y sin esperar una respuesta suya, tomó las cosas. —Sígueme.
Confundida, y extrañada, Louise le siguió por los pasillos. Captaron miradas, pero nada fuera d