Capítulo 11.
Lumina
Vi la expresión de decepción en el rostro de mi hijo mientras leía el mensaje en mi teléfono. Sus ojos, iguales a los de su padre, estaban llenos de desánimo. Era una expresión que había visto demasiadas veces para contarlas, tanto en mi vida pasada como en esta.
—Papá no vendrá, ¿verdad? —preguntó Ollie, sabiendo la respuesta.
Me arrodillé a su altura, dejando mi teléfono a un lado mientras lo abrazaba suavemente.
—No, cariño. Hoy no puede venir.
—¿Es por mi proyecto de arte? ¿No quiere verlo? —sus pequeños dedos se aferraban al cuello de su camisa, retorciéndola, un hábito nervioso que había desarrollado últimamente.
—Claro que no —dije, apartándole el cabello de la cara—. Tu papá solo tiene... responsabilidades.
—¿Más importantes que yo? —sonaba tan triste que me sentí destrozada de nuevo.
En mi vida pasada, habría buscado excusas para Xenois, le habría dicho a Ollie que su padre lo amaba más que a nada, pero que el trabajo lo mantenía ocupado. Pasé años escondiéndole la verd