Salí de la ducha y los tres estaban esperando sentados en el borde de la cama. Me lancé sobre ellos y se dejaron caer para fundirnos en un abrazo.
—He estado pensando.—era agradable poder anunciarlo, al fin y al cabo no había tenido tiempo para pensar en mí misma hasta que pude darme aquella ducha.—Y voy a necesitar vuestra ayuda.
—Para lo que necesites.— Duke contestó inmediatamente agarrando mi mano. Le miré enternecida, acababa de perder a su propio padre y aún así estaba dispuesto a seguir dándolo todo por mí.
Ayax y Max le apoyaron asintiendo con la cabeza, aunque debo admitir que no parecían encantados ante la idea de una nueva batalla justo después de salir de otra.—Para estudiar.— todos resoplaron y pusieron los ojos en blanco, reaccionaron mejor a tener que arriesgar sus vidas ante la invasión francesa.&m