Llegue rápido a la casa de mis padres y los encontré en la cocina, ellos me miraban sin entender nada, se acercaron a mí para abrazarme pero comencé a alejarme de ellos.
-Mamá, necesito una foto de la abuela- dije.
-¿para qué quieres eso?- dijo ella.
-¿ella está muerta verdad?- ambos comenzaron a mirarse- ¡¿verdad?!
-no hija- responde Alexander- tu abuela no está muerta.
-Así que lo que Rebecca me dijo era cierto- digo.
-¿Cómo sabes que ella se llama así?- dijo mi madre con temor- ¿acaso la viste?
-Sí, ella me dijo que tú eras su hija- dice.
-Ella miente, yo no soy su verdadera hija- dice mi madre.
-Siéntate y cálmate si quieres que te contemos todo- dice Alexander.
Tome asiento pero el relajarme se me hacía imposible, ellos comenzaron a decirme todo lo que Rebecca les hizo pasar, salieron cosas a la luz que no sabía, como lo de mi padre y todo lo que le había sucedido a mamá mientras era modelo, aquella anciana que se veía