- Jefe…
- Cállate navajas – dijo molesta Amber, ya que podía notar que su amado estaba dudando sobre cómo actuar en esos momentos.
- Amber te he dicho que dejes de gritar – mencionó molesto el pelinegro rascándose la cabeza – dios… sabes ni siquiera ella - habló señalando a Roxana – ha gritado desde que despertó y en términos lógicos es quien debería estar actuando como una histérica, porque es nuestra rehén.
- …- la peliazul le dedico una mirada llena de odio a la castaña – ¡todo esto es tu culpa! – dijo mirándola a los ojos.
- ¿Mi culpa? ¿de qué hablas? yo ni siquiera los conocía a ustedes antes de que me secuestraran.
- Ella tiene razón, Amber ya cálmate que todo este circo fue tu idea – indico Rocky.
- Ustedes son los que deberían callarse – indicó furiosa – e igual esto está mal porque como dicen es nuestra rehén y deberíamos enseñarle a temernos – dijo sacando un cuchillo de entre sus ropas mientras caminaba para quedar a unos pasos de distancia de la castaña – tal vez uno que o